Gestos necesarios: liberación express en un colectivo

Un trabajador y vecino de la ciudad de San Luis, que ahora sabemos que se llama Fabián Quiroga tuvo un gran gesto: liberar un gorrión que había ingresado a la unidad de transporte para que siga viviendo en libertad.

A veces no es necesaria una liberación en un área natural protegida. A veces no hace falta la participación de la Policía Ambiental o el arribo hacia el Centro de Conservación de Vida Silvestre de La Florida. A veces, la naturaleza llega a nosotros, nos toma por sorpresa y somos nosotros los que decidimos qué hacer con ello.

Fabián Quiroga, trabajador local, junto a un grupo de vecinos, hizo lo correcto y, en una época donde el mascotismo y el tráfico ilegal presentan una batalla diaria, vale la pena tomar su ejemplo, remarcando este acto espontáneo de respetar y proteger la fauna urbana.

El joven que iba rumbo a su trabajo notó que un gorrión, habitante de los cielos urbanos, ingresó a un colectivo de la Línea T de la empresa Transpuntano que se dirigía a Casa de Gobierno. Lejos de espantarlo o asustarlo, logró liberarlo fuera de la unidad y el ave rápidamente se alejó.

Estas “liberaciones express” son muy necesarias para la vida silvestre. A veces ejemplares de nuestra fauna se asustan o ingresan a espacios con mucha presencia de personas. Si no  representan una amenaza, y no se observan lesiones o problemas, basta con alejarlos hacia espacios abiertos y darles la posibilidad de volver a su hábitat natural.

La libertad no espera permisos, solo sucede. Pero en nuestras ciudades, muchas veces la naturaleza se ve atrapada entre el cemento y la indiferencia. El gorrión, pequeño pero resiliente, es una de las aves más adaptables de las ciudades. Este suceso, aunque sencillo, nos recuerda la necesidad de proteger la fauna urbana y de reflexionar sobre cómo pequeños gestos pueden tener un gran impacto.

Desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Luis, se hace un llamado a la comunidad para tomar conciencia sobre la protección de los animales urbanos. Cada especie cumple un rol vital en el ecosistema, y su bienestar depende de nuestra acción. La vida siempre encuentra la forma.

Un mensaje de conciencia ambiental

Este vuelo, aunque breve, fue un recordatorio de que cada criatura merece su espacio y su libertad. En un mundo que avanza a gran velocidad, no olvidemos que la biodiversidad sigue siendo una parte fundamental de nuestro entorno. Cuidar de los animales que residen en zonas urbanas y periurbanas es una responsabilidad que todos compartimos. Como decía Eduardo Galeano “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.